Una nueva generación de fraudes digitales está aquí: identidades sintéticas que engañan incluso a los mejores sistemas de verificación.
El fraude con identidades sintéticas es una de las prácticas delictivas más sofisticadas en la actualidad. A diferencia del robo de identidad tradicional, donde un delincuente utiliza información personal real de una víctima, el fraude de identidad sintética consiste en la creación de una identidad completamente nueva combinando datos reales y ficticios.
Esta modalidad que se estima como el 85% de los fraudes, ha evolucionado con el uso de la IA y la gran cantidad de información que existe en internet, lo que permite a los delincuentes engañar a los sistemas de verificación y cometer fraudes financieros de gran escala. Según Bryan Richardson y Derek Waldron, los fraudes más significativos han generado pérdidas de hasta 200 millones de dólares, involucrando más de 7,000 identidades sintéticas.
Cómo se construye una identidad falsa
El proceso de este tipo de fraude comienza con la recopilación de datos personales robados, como números de seguridad social, nombres o fechas de nacimiento. A partir de esta información, los delincuentes fabrican una identidad falsa que puede pasar los controles de validación de muchas instituciones. Posteriormente, utilizan esta identidad para abrir cuentas bancarias, solicitar préstamos y generar un historial crediticio positivo. Una vez que la identidad fraudulenta ha ganado suficiente credibilidad dentro del sistema financiero, los estafadores acceden a créditos de alto valor y desaparecen sin dejar rastro, ocasionando pérdidas millonarias a bancos y otras entidades financieras.
El mayor problema del fraude con identidades sintéticas es que es difícil de detectar. Como las identidades creadas no pertenecen a una sola persona real, las víctimas pueden tardar años en darse cuenta del uso indebido de su información. Además, muchos de estos fraudes son descubiertos cuando la entidad financiera ya ha sufrido pérdidas significativas. Por esta razón, el fraude de identidad sintética no solo impacta a las instituciones financieras, sino que también erosiona la confianza de los consumidores en los servicios digitales.
Este tipo de fraude es especialmente peligroso en el comercio electrónico, donde los delincuentes pueden utilizar identidades sintéticas para realizar compras fraudulentas. Debido a que estos perfiles combinan información real con datos ficticios, en ocasiones pueden pasar procesos de verificación como el sistema KYC (Conoce a Tu Cliente), diseñado para validar la identidad de los usuarios. Por ello, es fundamental que las empresas cuenten con estrategias de seguridad avanzadas que les permitan detectar patrones de comportamiento sospechosos.
Técnicas utilizadas por los delincuentes
Las identidades sintéticas pueden generarse de distintas maneras. En algunos casos, los delincuentes manipulan información real, como modificar pequeños detalles de un número de identificación o una fecha de nacimiento para que parezcan legítimos. En otros, combinan datos reales de múltiples personas para crear una identidad completamente nueva, lo que hace aún más difícil su rastreo. Estas prácticas hacen que la verificación manual no sea suficiente, por lo que las empresas deben implementar soluciones tecnológicas avanzadas para evitar convertirse en víctimas de estos fraudes.
Los defraudadores suelen obtener información de diversas fuentes, incluyendo bases de datos filtradas, ataques de phishing y otras técnicas de ingeniería social. En muchas ocasiones, los datos de niños, adultos mayores o personas fallecidas son utilizados para la creación de identidades sintéticas, ya que estas poblaciones tienen menos actividad financiera y es menos probable que detecten el fraude a tiempo. La creciente digitalización de los servicios financieros ha facilitado este tipo de delitos, haciendo que la prevención y detección temprana sean más necesarias que nunca.
Tecnología como aliada en la prevención
Para combatir este tipo de fraude, es crucial que las empresas de comercio electrónico y las instituciones financieras adopten medidas de seguridad más sofisticadas. La implementación de inteligencia artificial y machine learning permite analizar patrones de comportamiento y detectar anomalías en el uso de datos personales. Además, la autenticación biométrica, la verificación de redes sociales y el uso de múltiples factores de autenticación pueden ayudar a reducir el riesgo de fraude con identidades sintéticas sin comprometer la experiencia del usuario legítimo.
Es importante diferenciar el fraude de identidad sintética del robo de identidad tradicional. Mientras que el robo de identidad implica el uso no autorizado de datos personales reales para cometer fraudes, la identidad sintética crea una nueva persona ficticia a partir de información real y falsa combinada. En ambos casos, las consecuencias pueden ser devastadoras para las víctimas y las empresas afectadas.
El fraude de identidad sintética representa una de las amenazas más complejas en el ámbito financiero y digital. Su evolución ha sido impulsada por la tecnología y el acceso a grandes volúmenes de datos, lo que ha permitido a los delincuentes operar con mayor sofisticación. La clave para combatir este problema radica en la implementación de soluciones de seguridad avanzadas, el monitoreo constante de actividades sospechosas y la educación de los usuarios sobre los riesgos asociados con la divulgación de información personal en línea. Con un enfoque integral y preventivo, es posible reducir el impacto de este tipo de fraude y proteger tanto a las empresas como a los consumidores de pérdidas económicas significativas.